Lo que se plasmó en este mural fue la línea temporal en el espacio tiempo entre el cielo y el infierno que nosotros habitamos con cierta rebeldía.
Por eso la figura principal tiene la mitad de la cara tapada, adaptado al tiempo pandémico que estuvimos atravesando. Mediante la combinación de arte urbano (grafiti) utilizando colores flúor y tonos que van de cálidos a fríos.