Se cumplen 39 años de la inauguración del estadio de la Liga Formoseña de Fútbol, que años más tarde pasaría a llamarse “Don Antonio Romero”, en homenaje a quien fuera el impulsor de la iniciativa.

Un lugar que por estos días aguarda por volver a ser el centro de atención, mientras los cuidados por la pandemia se hacen más intensos.

Que cuando se pueda regresar, regresen todos y sea una verdadera fiesta. Esa es la idea que tienen quienes hoy llevan adelante los destinos del fútbol formoseño y, por ende, están al cuidado del estadio oficial, lugar emblemático para el deporte más popular en esta parte del país por el que este 16 de julio se recuerda otro aniversario de su inauguración.

Aquella iniciativa que tuvieron personas que conformaron la denominada Comisión Pro Estadio, integrada por dirigentes que no se quedaron hasta ver hecho realidad su sueño, supo ser en su momento uno de los mejores escenarios para jugar al fútbol, porque reunía todas las condiciones para que así sea, y desde la llegada de Jorge Jofré como presidente recuperó protagonismo, al punto tal que Formosa pasó a ser plaza fija de la Copa Argentina, con la presencia de los equipos más importantes del país en nuestro mayor coliseo futbolístico.

Fue una fría tarde del 16 de julio de 1981 cuando gran cantidad de formoseños coparon las instalaciones del imponente escenario, haciéndole frente a una tenue llovizna que para nada amilanó a quienes quisieron ser testigos de un hecho histórico, ya que, para ese momento, pasó nada menos que la Selección Argentina conducida por César Luis Menotti, que se preparaba para jugar el Mundial de España al año siguiente.

El conjunto albiceleste enfrentó a la selección formoseña dirigida por Francisco Solano Patiño y la superó por 4 a 2, con el dato no menos importante de que el primer gol lo anotó el propio Diego Armando Maradona, lo que por este tiempo hace a un sinfín de anécdotas de un momento único en el que, demás está decir, lo más trascendente era que Formosa ya contaba con un estadio modelo para la época.

Don Antonio Romero era entonces el presidente de la Liga Formoseña de Fútbol, acompañado por Ignacio Deoseffe y Francisco Dolores Vega, entre otros; mientras que el proyecto fue gestado y dirigido por el ingeniero Marcelo Bressan y los arquitectos Roberto Lemos, Cristino Ibarra y Rodolfo Monzón.

A casi cuatro décadas de aquel momento inolvidable, la actual dirigencia del fútbol capitalino, como se mencionó, logró devolverle el lugar que se merece al estadio, con trabajos de mantenimiento y refacción constantes, que son posibles gracias al apoyo invalorable que brinda el Gobernador de la provincia, Dr. Gildo Insfrán.

Por supuesto que hubo que llevar adelante modificaciones necesarias como para ponerlo más a tono con los tiempos que corren, donde la seguridad de los protagonistas como del público ocupan un lugar trascendental, tanto como las comodidades con las que actualmente cuenta.

En esta fecha tan significativa, el presidente de la LFF, Jorge Jofré, hace llegar un justo y merecido reconocimiento para quienes desde la dirigencia de entonces impulsaron la construcción del estadio, que tuvo, vale remarcar, el acompañamiento de toda la comunidad y de la gran familia del fútbol formoseño.

Comentarios