La Escuela Municipal de Formación Popular en Género en su tercera clase en centro cultural municipal abordó la temática: “Violencia y las distintas herramientas para una vida libre de violencia en todos los ámbitos”, las charlas estuvieron a cargo de la Doctora Fátima Gutiérrez y la Profesora Lilian Bistolfi.

“El hombre que violenta a una mujer es un hijo sano del patriarcado, no un enfermo como se intenta instalar socialmente, porque este hombre es aquel que mediante el poder que tiene, tanto físico como psicológico, se apodera de la mujer y de sus hijos, en un acto total de sometimiento. El hombre violento, que ejerce actos de violencia contra la mujer y contra sus hijos -quienes también son víctimas-, lo hace porque en primera instancia ha utilizado la violencia verbal y psicológica”, dijo la Profesora Bistolfi enmarcando su discurso en la construcción machista del hombre con poder sobre la mujer.

Continuando con la clase dijo: “El es quien decide por qué él tiene el poder, y no solo lo hace como una acción diciplinadora dentro de su familia, sino que emite un mensaje hacia la sociedad, un mensaje de poder y de mando. Ese gesto de intolerancia de esa conducta aprendida -porque no se nace violento, sino que se aprende a serlo-, necesita ir reforzándose a medida de que el circulo de la violencia se complejiza”, explicó.

Sobre los momentos del círculo de la violencia, Bistolfi explicó que existen tres. El primer momento de tensión: violencia psicológica, que a criterio de los estudiosos es la peor, la que ataca de por vida. El segundo momento: son los golpes y el tercer momento es la luna de miel donde el violento se arrepiente y pide perdón.

El hombre violento tiene una fachada totalmente normal, de padre de familia, buena persona, buen trabajador “eso es lo que demuestra a la sociedad donde se maneja con una máscara diferente”, indicó.

Entre las acciones más comunes para descalificar a las mujeres existen ciertos mecanismos que se replican en todos los casos: La mujer cuenta que ha sido víctima y nadie le crea y generalmente se la juzga por el tiempo en que lo dijo. “Este hecho que a su criterio el machista considera o expone en un discurso que es un hecho privado, se convierte en un hecho público, cuando la mujer vence el miedo y la culpa y lo puede contar, ese es un momento muy difícil para ellas. El hombre violento es sumamente consiente de lo que hace, su instrumento sistemático es la violencia”, sentenció la profesora.

“Llama la atención que todavía existan hombres que utilicen ensañamiento en la violencia contra la mujer. El Estado es responsable de cuidar a las mujeres, no se puede permitir en la sociedad hombres y con más razón con responsabilidades públicas que tengan conductas intolerantes con nosotras”, finalizó.

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